El regalo del gobierno de tiempo extra para demostrar su existencia

Entonces, diriges un punto de acceso turístico y el gobierno quiere pruebas de que tus alojamientos son más que un producto de tu imaginación. Pero espera, ¿qué es esto? Un contratiempo burocrático ha convertido la plataforma de registro en línea en un laberinto digital. No temáis, porque los poderes fácticos han extendido gentilmente el plazo para que demostréis vuestra existencia.

El Ministerio de Vivienda, en un comunicado lleno de encanto oficial, citó un "reciente aumento" de la actividad en la plataforma RNAL como la razón del retraso. Traducción: demasiadas personas tratando de demostrar que existen causaron un atasco de tráfico virtual.

La fecha límite original, programada para el 7 de diciembre, ahora se ha estirado como un elástico metafórico hasta la medianoche del 13 de diciembre. Porque nada dice "nación de procrastinación" como una extensión de última hora.

El gobierno, siempre el adulto responsable, admitió el contratiempo, pero insistió en que el portal de registro nunca estuvo realmente "caído". Era solo un momento de introspección, suponemos.

Este ballet burocrático ha dejado a la Asociación de Alojamientos Locales de Portugal (ALEP) golpeando con impaciencia los dedos. Informaron de "fallos técnicos" el lunes, revelando que los propietarios que intentaban presentar la documentación se encontraron con un encogimiento de hombros digital y un mensaje de error que básicamente decía: "Ups, inténtalo de nuevo".

¿Las consecuencias? Bueno, no cumplir con la fecha límite podría convertir su alojamiento local de ensueño en una pesadilla de licencias. ALEP pintó un cuadro vívido de fatalidad inminente, advirtiendo que las cancelaciones automáticas de licencias podrían llover sobre el desfile de propietarios de alojamientos locales. No es exactamente la alegría navideña que esperábamos.

En un atrevido golpe, ALEP criticó el diseño "descuidado" de esta obligación, argumentando que las medidas de la iniciativa Más Vivienda se elaboraron sin tener ni idea de la realidad de la gestión de los alojamientos. Un caso clásico de política sin pulso, dicen.

Es el caso de la Ley Nº 56/2023, que se abalanza sobre las medidas de vivienda como un superhéroe con capa legislativa. Uno de sus artículos exige una declaración de prueba de vida dentro de los dos meses posteriores a la activación de la ley. Los titulares de registros de alojamiento local deben pasar por el aro digital en la plataforma RNAL, ondeando sus banderas virtuales en el Ventanilla Electrónica Única.

Así que, compañeros anfitriones, ¡regocíjense! El drama de la fecha límite tiene una secuela y llegará a sus pantallas el 13 de diciembre. ¿Continuará el ballet digital del gobierno o saldrán victoriosos los acomodos locales en este tango burocrático? Estén atentos para la emocionante conclusión.